En  seis meses el Municipio solo  ha vendido cuatro departamentos, un local y una oficina.

Desde que arrancó la venta de los bienes inmuebles de Puerto Santa Ana  en agosto del 2007, a través de una subasta pública en sobre cerrado, la obra que se proyecta como una de las más exclusivas en la ciudad, solo  ha logrado adjudicar seis propiedades.

Esto a pesar de la promoción con la que se anunció el proyecto, cuya  maqueta fue mostrada en octubre del 2004 y en donde se contemplan catorce locales comerciales, 31 oficinas, 40 departamentos y 2 museos.

Pero el problema no es la falta de interés en la adquisición de los bienes de la obra valorada en más de 15 millones de dólares, sino preocupación, sostiene Carlos Julio Moreno, presidente de la Junta de Remate de Bienes Inmuebles Municipales.

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“Hay una línea fina entre poco interés y preocupación de interesados debido a la situación del país”, refirió el funcionario del Cabildo.

Explica que los bancos  y la comunidad en general están muy cautos con la aprobación de las nuevas leyes del sector financiero en la Asamblea. “Nadie sabe después de todo cómo quedará el tema de las tasas de interés, los años plazo, el aporte de la entrada, etc.”.

Para motivar a futuros compradores de Puerto Santa Ana, el Concejo Cantonal del Cabildo aprobó hace un mes una reforma a la ordenanza que norma la venta de bienes inmuebles del lugar. Esta modificación permitirá que los locales comerciales también sean arrendados y no solamente comercializados. Todo esto bajo la figura de subasta.

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A esto se añade la entrega de departamentos con acabados que se subastan con precio base de más de 200 mil dólares, señaló Jonathan Gómez, de la fundación Malecón 2000.

Sin embargo, más allá del aspecto financiero y político del país, Puerto Santa Ana no se vende tanto por el costo de su metro cuadrado de construcción, que alcanza los 1.100 y 1.200 dólares, sino por su ubicación, refiere Gustavo Pereira, presidente de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces del Ecuador.

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“Esa zona en el futuro va a ser muy solicitada como vivienda para habitar al pie del río. La recesión hace que los precios sean incómodos, pero tomando en cuenta el potencial de desarrollo del sitio hay que esperar un poco”, agregó Pereira.

Aun así la demanda inmobiliaria continúa en la vía a Samborondón y en ciertas zonas alejadas de la urbe, asegura Alberto López, especialista  inmobiliario, pues el valor de una vivienda todavía tiene más peso en las decisiones de la gente a la hora de adquirir casa.

“Lo que ofrece Puerto Santa Ana son departamentos, locales y parqueos, cuya extensión parte de los 170  hasta los 379,66 m² al pie del río, pero en La Puntilla, por ejemplo, se ofrecen casas más grandes por valores menores que ese y sujetos a negociación. No estoy diciendo que no es conveniente, pero Puerto Santa Ana se proyecta muy elitista”, expresó.

Ante esto, miembros de la fundación Malecón 2000 señalan que los precios base establecidos para la subasta de propiedades en Puerto Santa Ana fueron ubicados según las cifras reales del mercado internacional.

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Además, precisaron que con ello se acordó la figura de subasta para evitar que se piense que se comercializan los bienes ‘a dedo’ o con preferencias.

“Se busca que la gente en general que cuente con el presupuesto suficiente, pueda acceder a estos departamentos o locales”, expresó un directivo.

La primera y segunda fase de la obra la constituyen  departamentos, locales y parqueaderos. La tercera la componen áreas  para hoteles.

Asignación
A través de un convenio interinstitucional aprobado hace unos meses por el Concejo Cantonal, el Municipio  y la fundación Guayaquil Siglo XXI, asignaron un presupuesto de 632.984,63 dólares para Puerto Santa Ana este año. La obra recibió la suma de 281.307,38 dólares para la administración de los edificios el año pasado. La dirección financiera del Cabildo certificó la disponibilidad de los  fondos desde el 28 de enero del 2008.