La fiscalía española apelará mañana ante la Audiencia de Barcelona la libertad provisional decretada para  Sergi Xavier Martín Martínez, quien fue acusado de agredir a una menor ecuatoriana de 16 años en un vagón de metro.

“El propio juez instructor admite (...) que hay un delito contra la integridad moral, y (...) ha tomado medidas, no tan intensas como pedía la fiscalía, pero ha adoptado medidas”, dijo Emilio Sánchez, portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Sergi Martín,  español de 21 años, fue captado por las  cámaras de seguridad cuando agredió a puñetazos e insultos racistas a la menor ecuatoriana –cuya identidad se mantiene en reserva– en un tren subterráneo de Barcelona el 7 de octubre.

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La agresión, que se pudo ver en todos los canales de televisión gracias a cámaras de seguridad, levantó una ola de rechazo internacional y motivó la reacción del gobierno del Ecuador, que presentó una nota diplomática a España en protesta por la agresión, a la que consideró un acto xenófobo.

El juez de instrucción 2 de la localidad barcelonesa de Sant Boi de Llobregat había decidido el jueves dar la libertad provisional sin fianza para el joven de 21 años, al considerar que no se cumplían los requisitos para decretar prisión provisional, como solicitaba la fiscalía.

A Martín se le imputa un delito contra la integridad moral de la víctima, con agravante de trato degradante y racista, y debe comparecer al juzgado los días 1 y 15 de cada mes.

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Pero el magistrado consideró a la agresión “un hecho puntual”, pese a que calificó el asalto como “deleznable y repugnante desde el punto de vista social y legal”. La vicepresidenta de España, María Teresa Fernández de la Vega, apoyó la decisión de apelar.

La ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, se mostró “preocupada” por la decisión judicial, ya que “dejar en la calle a una persona que es capaz de cometer actos violentos y xenófobos es peligroso, no solo para nuestra comunidad ecuatoriana que vive en España, sino para todos los ciudadanos”.

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El propio presidente de Ecuador, Rafael Correa, condenó el caso y ayer reiteró la invitación a conocer Ecuador al agresor español de la menor ecuatoriana, al que describió como “desadaptado y enfermo”, que antes que rabia le causa pena.

“A este señor no hay que tenerle rabia, hay que tenerle pena. Es alguien  enfermo. Y no solo eso: lo invitamos para que venga a Ecuador, para demostrarle  lo que es querer, para demostrarle lo que es ser solidario, para demostrarle lo  que es saber convivir”, dijo ayer en su programa semanal de radio.

El Mandatario señaló que aunque no cabe un reclamo diplomático, le pidió al gobierno español velar para que la justicia sancione al agresor.