Fuertes reacciones de rechazo, incluso del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), se dieron ayer en Brasil ante la posibilidad de que la Cámara  de Diputados mediante plebiscito consulte a la población sobre un posible tercer mandato para el presidente Lula da Silva.

“El pueblo puede rasgar la Constitución, pero para eso es necesaria una revolución” la cual no es posible “en el estado de nuestra democracia”, dijo Marco Aurelio Mello, presidente del Tribunal Superior Electoral. El propio Lula ha dicho que buscará el poder al fin de su segundo mandato, el 2010.