Un grupo de escoltas fuertemente armados rodea en plena calle al candidato a la alcaldía de Bogotá, Samuel Moreno, favorito en las encuestas para ganar el segundo cargo más importante de Colombia en las elecciones de hoy.

El político, quien se desplaza en un vehículo blindado, seguido de camionetas con quince policías vestidos de civil, sonríe y saluda a sus seguidores en medio de la mirada de desconfianza de su equipo de seguridad.

Moreno, quien es candidato del izquierdista Polo Democrático Alternativo, no usa chaleco antibalas a diferencia de otros candidatos, pero es uno de los 450 aspirantes con protección policial para evitar que engrosen la cifra que hasta ahora llega a 29 candidatos asesinados por grupos armados guerrilleros de izquierda y paramilitares de derecha.

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Los colombianos eligen hoy a más de 18.500 autoridades regionales y entre los cargos en disputa se encuentran las gobernaciones de 32 departamentos, 1.098 alcaldías y los escaños de las asambleas (legislativas)  regionales, concejos municipales y juntas de ediles.

Las Fuerzas Militares dispusieron de 167.559 efectivos para labores de  control ante la posibilidad de que la guerrilla marxista de las Fuerzas Armadas  Revolucionarias de Colombia (FARC) y los grupos armados de ultraderecha afecten la jornada electoral, especialmente en apartadas localidades.

Según un informe de la Defensoría del Pueblo, más de la tercera parte de los 1.098 municipios colombianos están expuestos a sufrir amenazas, atentados o restricciones  a la movilidad por  la guerrilla o los paramilitares, es decir, en 403 localidades del país (36,7%).

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Dos candidatos a las elecciones regionales fueron asesinados el pasado martes a balazos por presuntos guerrilleros izquierdistas mientras realizaban actividades proselitistas en una zona selvática del suroeste del país, informó la policía.

Asimismo, el candidato a la asamblea (diputación) del departamento de Tolima (centro) para las elecciones regionales de mañana, José Moreno, fue secuestrado por hombres armados, indicó el pasado miércoles esa misma institución.

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Los crímenes son el producto de la lucha entre los grupos armados de extrema derecha y de extrema izquierda por mantener su supremacía local, aunque los paramilitares en esta campaña  electoral no han ejercido tanta violencia armada pero sí una fuerte influencia  política, dijo la politóloga Claudia López, observadora electoral.