El ex presidente Fujimori no le tiene temor a Vladimiro Montesinos ni a ninguna persona que pueda declarar como testigo y con la cual pueda confrontarse en el proceso. El está totalmente seguro porque va a trabajar sobre la verdad, y quien trabaja sobre la verdad, no le debe temer a ninguna versión, manifestó Nakazaki a la agencia noticiosa oficial Andina.

Fujimori, quien gobernó el Perú entre 1990 y el 2000, se encuentra recluido en una prisión de Lima desde el 22 de septiembre cuando fue extraditado desde Chile por cinco delitos de corrupción y dos por violaciones a los derechos humanos.

Su primer juicio empezará el 26 de noviembre en una sala especialmente acondicionada en dicha prisión, y a la que acudiría como principal testigo Montesinos, quien fue su asesor presidencial, jefe del Servicio de Inteligencia Nacional y protagonista de un video en el que soborna a un congresista, lo que destapó la red de corrupción que había en su gobierno y provocó su declive.

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El (Montesinos) es un testigo, no está obligado a declarar porque puede acogerse al derecho del silencio y además tengo entendido que no ha estado acudiendo a todos sus juicios por problemas de salud. Tengo entendido que hay un informe psiquiátrico en el cual han referido que él solo puede participar un número determinado de horas en actividades judiciales, refirió Nakazaki.

Montesinos se encuentra detenido desde el 2001 en el penal de máxima seguridad de la Base Naval del Callao, en donde afronta también diversos juicios. Se sabe que el ex asesor sufre de depresión, pero según un informe psiquiátrico esto no le impediría asistir a las audiencias, las cuales no deben exceder las ocho horas diarias.

La sentencia más severa que ha recibido es la de 20 años de cárcel por la venta de 10.000 fusiles a las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

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De otro lado, Nakazaki afirmó que su defensa se basa en que   Fujimori no cometió violaciones a los derechos humanos y jamás emitió disposiciones para que el Estado peruano vea afectado su patrimonio.

Sin embargo, dijo que  en algunos casos se asumirá la responsabilidad que corresponda, como se ha hecho en el caso de allanamiento ilegal a la casa de la esposa de Montesinos, Trinidad Becerra, en el año 2000.

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Fujimori abandonó el Perú en noviembre del 2000, después de destaparse la red de corrupción que imperaba en su gobierno, y viajó a Japón desde donde renunció por fax a su cargo de presidente.

En el 2005 viajó a Chile donde fue detenido a pedido de Perú que solicitó su extradición, proceso que concluyó en septiembre de este año.