La Policía decomisó más de tres toneladas de clorhidrato de cocaína.

Los pobladores del recinto Colope, en la parroquia Camarones, aún no salen de su asombro tras la incursión policial realizada el pasado domingo, en la que se decomisaron 3,7 toneladas de clorhidrato de cocaína.

En el poblado recuerdan que ese día llegaron vehículos con gendarmes y detuvieron a los nuevos vecinos de una finca, sin nombre, quienes desde hace menos de un año se encontraban radicados en el sector.

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Uno de los pobladores, que prefirió no revelar su nombre, dijo que ellos notaron actividad sospechosa en el sector desde hace cuatro meses, cuando los nuevos habitantes de la finca cerraron un camino comunitario que cruzaba de lado a lado la propiedad.

“Nos dimos cuenta que no querían que viéramos lo que hacían adentro”, dijo.

La propiedad está ubicada a tres kilómetros y medio de la carretera principal en la vía Colope-Caimito.

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Temor
La mayoría de los habitantes del sector teme hablar sobre el tema y prefiere eludir las preguntas.

El comandante de la Policía, Bolívar Cisneros, en sus declaraciones manifestó que este decomiso confirma que hay actividad de narcotráfico en Esmeraldas.

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Aunque aún no se ha determinado a qué cartel pertenece el alijo decomisado, las sospechas miran al norte, a Colombia, como el punto de abastecimiento del alcaloide, que presuntamente estaba en tránsito hacia México, para luego ir a los Estados Unidos.

En total, la Policía decomisó 3 toneladas con 785 kilos de clorhidrato de cocaína que estaban listas para su exportación y cuyo costo en el mercado negro internacional se estima en $ 160 millones.