Más de cincuenta detenidos de un centro de retención de inmigrantes indocumentados en Bélgica realizaron el pasado lunes una huelga de hambre en apoyo de una niña ecuatoriana de 11 años y de su madre con amenaza de expulsión, indicó el padre y esposo de ellas.

Las detenidas son Ana Elizabeth Cajamarca Arízaga y su hija, aprehendidas hace dos semanas y a quienes la justicia belga quiere expulsar del país, a donde llegaron en el 2003.

La huelga de hambre se inició horas después de que tuviera lugar ayer una pequeña manifestación frente al centro de internamiento en la que se reclamaba su liberación.

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El padre de la menor detenida explicó que su hija está triste y tiene miedo a ser expulsada, porque “se siente de Bélgica, no de Ecuador”. Agregó que no habían pedido la regularización en estos cuatro años porque el procedimiento exige informar de su dirección y temían que al reportarla fueran devueltas a su país.

La expulsión de la mujer y su hija estaba prevista para el pasado viernes, pero su abogado logró el  miércoles anterior la suspensión de esa decisión y su puesta en libertad, aunque la Fiscalía apeló y forzó la continuación del internamiento.

La pequeña ha hecho llegar a periódicos belgas una carta en la que hace pública su situación y reclama no ser devuelta a Ecuador. Ella dijo que si es expulsada deberá ponerse a trabajar para ayudar a su mamá.

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“Quiero ser alguien en la vida”, indicó la niña tras señalar que quiere seguir estudiando en Bruselas, donde están todos sus amigos. La próxima semana se conocerá la fecha en que deben volver a comparecer ante el juez que tramita su expulsión.

En el centro de detención hay más menores de varios países.