César Cárdenas, que dirige el grupo, indicó que quienes vierten los desechos son los negocios de productos alimenticios, bebida y tabaco (CIIU 31),   particularmente las fábricas de harina de pescado, las cervecerías y embotelladoras; las fábricas  textiles, de papel y cartón.

Enfatizó  que las aguas residuales de las industrias son responsables solo del 17% de las descargas. El 83% restante corresponde a las aguas servidas domésticas sin tratamiento que se eliminan en la ciudad.

Por ello, solicitó al Municipio y a Ecapag que se impulse la construcción de las plantas de tratamiento secundario para enviar el deterioro de las aguas de los ríos y esteros que rodean a la urbe.