Autoridades sanitarias chilenas adoptaron medidas de vigilancia para evitar la propagación del contagioso virus de la "Enfermedad de Newcastle" que afecta a las aves, y que reapareció después de 30  años en el centro sur del país.

El director del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), Francisco Bahamonde, confirmó que la entidad analiza ocho aves muertas encontradas en la ciudad de Constitución, en la zona costera de la región del Maule, 200 km al sur de Santiago.

Hasta ahora se encontró el virus en tres cormoranes, un ave acuática cuyo nombre científico es Phalacrócorax bougainvilli.

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Entre las medidas adoptadas por el SAG figura la vigilancia de la población de aves marinas de la zona y también el catastro y reforzamiento de las medidas de seguridad en las aves domésticas del área. La enfermedad puede ser transmitida desde aves silvestres a domésticas.

El paso siguiente será ordenar la vacunación de las aves de corral.

"No existen planteles avícolas comerciales en un amplio radio de hasta 60 km del lugar y no se ha detectado mortalidad en aves domésticas", aseguró el  director del SAG.

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La enfermedad hace que a las aves se les caigan las alas, arrastren las patas y la cabeza, se les tuerza el cuello y caminen en círculos, además de sufrir falta de apetito y se les interrumpe la producción de huevos.

Según el SAG, tiene graves consecuencias para la producción avícola pero afecta con distintos grados de severidad a las aves, según la cepa.

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Chile es libre de una de ellas -la Enfermedad de "Newcastle velogénico viscerotrópico"- desde el año 1975.