Tras los fuertes enfrentamientos en las regiones de Arequipa y Apurímac en el sur del Perú, que han causado la muerte de un campesino y heridas a dos policías y a comuneros, los huelguistas anunciaron ayer una tregua de 48 horas a la expectativa de un diálogo con el gobierno central.

Miles de campesinos de la región Apurímac, a casi 1.000 km de Lima, realizan desde la semana pasada protestas en demanda de precios más bajos de los fertilizantes y el asfaltado de una vía, entre otros motivos.

El choque entre policías y comuneros se produjo cuando los primeros intentaron acabar con el bloqueo de una vía por parte de los manifestantes.

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En el resto del país, las protestas son lideradas por afiliados al mayor sindicato de maestros públicos, quienes demandan la eliminación de una ley que reforma el sector.

El ministro del Interior, Luis Alva, advirtió que la policía detendrá a quienes alteren el orden público o atenten contra la vida y la propiedad en Perú.

Precisó que hasta la fecha cerca de 300 personas han sido detenidas y son procesadas por obstruir el libre tránsito y poner en riesgo la vida de los demás.

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Las protestas en Perú, durante las que murió la semana pasada otra persona, ocurren  a pocos días de que el presidente Alan García cumpla un año de gobierno.