Las lluvias de la semana pasada provocaron la formación de lahares (flujos de lodo y piedras) principalmente en las quebradas del lado occidental del volcán Tungurahua.

El material acumulado en la parte alta del coloso, en el sector de Cusúa (Pelileo), no baja por el cauce natural que es la quebrada Cusúa, se desvió por una ladera que tenía cultivos de tomate de árbol y maíz, en donde además se asientan nueve casas que corren el peligro de ser arrasadas.

El martes pasado, las viviendas de Miguel y Teresa Argüello fueron las primeras afectadas. Hasta los patios ingresaron los lahares, que también destruyeron los sembríos.

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Las casas de José Morales, Alfonso Mena, Antonio Argüello, William Argüello, Fausto Rodríguez, Geovany Argüello y Alfonso Argüello, que están en el camino por donde baja el material volcánico, también fueron afectadas.

Frente al peligro, el alcalde de Pelileo, Manuel Caisabanda, pidió la comprensión de las familias que todavía permanecen en la comunidad para que salgan al albergue en El Pingue, “porque más importante es conservar la vida y la única manera es alejarse del peligro”, dijo.

Argüello aseguró que a pesar del peligro todavía mantiene todas sus pertenencias en su casa, pero reconoció que en las noches duerme en una de las aulas de la escuela Nuestra Señora de Agua Santa, de Cusúa, que desde la erupción del 17 de agosto está abandonada.

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Caisabanda afirmó que con la maquinaria de los municipios de Baños y Pelileo, del Consejo Provincial, Dirección de Transporte y Obras Públicas, se coordinó el trabajo de limpieza de los lahares que bajan por las quebradas y sobre todo para evitar que afecten a las viviendas de las familias que se resisten a salir de Cusúa.

El Alcalde de Pelileo admitió que las lluvias son permanentes en la zona y por ende la bajada de lahares, por lo que no sabe hasta cuándo van a continuar con la limpieza del material

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El personero advirtió que en esta semana se reunirá con quienes permanecen en Cusúa para que salgan al albergue de El Pingue.

El equipo caminero que está en la zona realiza trabajos para que los lahares tomen el cauce natural por la quebrada Cusúa y de esa forma evitar que las viviendas sean arrasadas por el material volcánico.

Técnicos del Instituto Geofísico calificaron como grave la situación.