La noche del pasado 11 de noviembre, Óscar Caranqui, reo del Pabellón A, se afeitó y luego se vistió con el uniforme del cadete Wilmer Geovanny Andrade Molina, uno de los implicados en el último escándalo dentro de las filas policiales.

Minutos antes, policías le habían propuesto salir a divertirse en la noche quiteña. Andrade había estado libando dentro del pabellón con otros detenidos (Jeico y Olmedo), según cuenta él mismo en su versión ante la Fiscalía. Además bebió con su compañero de turno, el  subteniente Christian Pantoja (también detenido).

El subteniente Andrade aclaró que esa noche desde las 20h00 ingresaron al cuarto de Caranqui cuatro subtenientes y continuaron libando. Hablaba de él mismo, de su compañero Pantoja y de los subtenientes Sixto Haro y Orlando Marcillo.

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Luego dijo no recordar lo que sucedió, por haber ingerido tanto licor.

La versión del subteniente Sixto Wladimir Haro no coincide con la de Andrade. Él afirmó que su ingreso al ex penal fue a las 19h15, junto con el subteniente Orlando Marcillo. Ellos iban a relevar a  Andrade y a Pantoja.

Haro afirmó que a las 22h00 ingresó al Pabellón A para jugar billar. Hacia las 00h30 del domingo salió junto con el subteniente Pantoja y el policía Jefferson Herrera. Indicó que al pasar por la tercera puerta de seguridad se dieron cuenta del problema con Caranqui.

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Aseguró que él fue quien alertó a la Policía sobre la novedad.

Marcillo dijo que les advirtió a Andrade y a Pantoja que el bus que los trasladaba hasta el Regimiento Quito Nº 1 se iría en cualquier momento, pero los oficiales le dijeron que se quedarían con el detenido.

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Estas declaraciones fueron receptadas por la fiscal Ruth Zambrano el pasado 12 de noviembre.