El colombiano Simón Trinidad, líder guerrillero de las FARC sometido a juicio criminal en Washington, se declaró resignado a su futuro ingreso en una prisión de “súper máxima seguridad” en el estado de Colorado.

“Si ese es el precio que hay que pagar por nuestros ideales y los principios que nos impulsan a la lucha y que dan razón de ser de nuestra existencia, qué se va a hacer, bienvenida sea la cárcel”, subrayó en una carta divulgada ayer por internet.

El 3 de enero del 2004, la policía ecuatoriana capturó en Quito a Simón Trinidad, cuyo verdadero nombre es Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, quien fue deportado a Colombia y de allí extraditado el  31 de diciembre del 2004, donde afronta dos procesos: por terrorismo y narcotráfico.

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“Otros harán uso de su libertad física para concluir nuestros sueños de un mundo sin explotadores ni explotados y sin propiedad privada sobre los medios de producción”, añade Simón Trinidad, cuyo mensaje fue publicado en el sitio web de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol).

El ex banquero, antiguo negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en un fallido proceso de paz con el Estado, fue extraditado a Estados Unidos el 31 de diciembre del 2004.

El jurado
El actual juicio es por el cargo de terrorismo, ante un jurado de doce personas que él critica porque la identidad de ellas se mantiene en secreto “con el argumento de que la organización (las FARC) atentaría contra su vida y seguridad. Con esto lo que buscan los fiscales es tener desde un comienzo un jurado prevenido contra mí, aprovechándose del estado de prevención que han creado en el pueblo estadounidense contra todo lo que el Gobierno llame terrorismo”.

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En la misiva Ricardo Palmera detalla las condiciones en las que es mantenido preso, bajo el sistema de “medidas administrativas especiales” (SAM, en inglés), que incluyen mantenerlo en un área de máxima seguridad, con esposas y cadenas, sin derecho a llamar por teléfono, a enviar o recibir correspondencia, sin visitas y solo puede reunirse con los abogados norteamericanos.

Asegura que está “preparado psicológicamente” para su traslado al presidio de Colorado donde están los “condenados más peligrosos” y a los sentenciados “por delitos más graves, como traición a la patria y terrorismo”.