Las divergencias sobre las preguntas para la consulta popular motivaron este martes la suspensión del viaje del Primer Mandatario a Salamanca (España).

A pesar de que estaba previsto que esta tarde el Ejecutivo entregaría al Congreso las preguntas definitivas de la consulta popular en procura de que sean calificadas de urgente, el ministro de Gobierno, Oswaldo Molestina, postergó para este jueves el envío correspondiente.

Mientras en Carondelet no se dieron razones oficiales sobre el atraso de la entrega de las preguntas, se rumora que al interior del Palacio de Gobierno no hay consenso en varios temas de las preguntas. Uno de ellos, según Teleamazonas, sería el tema de la Asamblea Constituyente, cuando se abre la posibilidad de preguntar al país la conformación de ésta para reformar la Carta Magna, mientras que Molestina cierra dicha posibilidad.

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Hasta el momento no se ha confirmado si también se suspendió el viaje a Italia del Primer Mandatario, previsto para este fin de semana.

Por su parte, el presidente del Parlamento, Wilfrido Lucero (ID), deslindó la responsabilidad de su organismo de un posible atraso de la consulta popular. Indicó que “los plazos y el manejo de los mismos corresponde al Gobierno y al Tribunal Supremo Electoral (TSE)”. Sin embargo, insistió a los medios que habrá referéndum.

Frente a la demora, los comentarios y especulaciones no se hacieron esperar. El legislador roldosista Ernesto Valle sostuvo que hay confrontación dentro del propio régimen sobre el contenido de las preguntas. “No se ponen de acuerdo no solamente en el contenido de las preguntas, sino también en el resultado de la consulta popular”.

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La ID y el PSC, que impulsan la consulta, en cambio dicen que no debe haber un discurso tremendista sobre la demora de las preguntas. “Es mejor que vengan bien planteadas, bien redactadas, concretas, pocas, claras”, subrayó el legislador socialcristiano Pascual del Cioppo.

Por su parte, Ramiro Rivera, de la Democracia Popular, opinó que una consulta directa al TSE para preguntarle al pueblo si quiere o no una Asamblea Constituyente “es extremadamente peligroso. La primera víctima de una constituyente con seguridad será el propio presidente Palacio”.