Familiares enterraron ayer a 5 lojanos víctimas de un accidente de tránsito en España, en sus lugares de origen: Catamayo (2), Alamor (2) y Malacatos.

Los cuerpos de César Antonio Guarnizo y Luis Chamba Tituaña, fallecidos en un accidente de tránsito el pasado 28 de septiembre en España, fueron sepultados la tarde de ayer en su ciudad natal, Catamayo, en esta provincia.

En medio del dolor y lágrimas de sus amigos y allegados que se dieron cita en la iglesia Central de esta ciudad, los familiares de los fallecidos recibieron muestras de solidaridad durante continuos homenajes póstumos.

Patricio Guarnizo, hermano de uno de los fallecidos, recordó el compañerismo que siempre tuvieron César y Luis, ahora fallecidos. Ambos fueron sepultados en tumbas separadas no más allá de 50 centímetros una de la otra.

Publicidad

Los restos de César Antonio y Luis Chamba llegaron a Catamayo la madrugada de este domingo, trasladados desde Guayaquil en una camioneta facilitada por la Dirección de Aviación Civil y acompañados por dos buses en donde se transportaron decenas de amigos y familiares.

No menos de 500 personas asistieron al sepelio en el parque de los recuerdos de Catamayo. El alcalde Héctor Figueroa y concejales estuvieron presentes.

En Alamor, ciudad cercana a la frontera con el Perú, los restos de Franklin González Maza y Joffre Monservín Vélez, oriundos de esta tierra también fueron sepultados en la tarde de ayer.

Publicidad

Ellos fallecieron la misma madrugada trágica en otro accidente de tránsito en el sector de Alcanar, cerca de Madrid.

“Tristeza y falta de credibilidad se observaron en los rostro de familiares y de quienes asistieron a dar el último adiós a quienes regresaron a su tierra pero en un cofre mortuorio”, narró un locutor en la radio local de Alamor.

Publicidad

Los restos de estos ecuatorianos llegaron la noche del domingo a su ciudad natal. Una multitud recibió el carro que los trasladó desde Quito.

Y en la parroquia Malacatos, a 30 minutos de Loja, también el cadáver de César Augusto Ochoa Jaramillo recibió sepultura en el cementerio de esa localidad.

A las 15h00 se inició una misa en la iglesia central para luego trasladar su féretro hasta el cementerio en donde sus hermanos, madre, conviviente, su tierno hijo y amigos lloraron aún más sobre su tumba recién abierta.