Dejaremos para otra oportunidad la expresión razonada de algunos criterios al respecto que nos gustaría compartir con nuestros lectores. Por ahora solo queremos dar una calurosa bienvenida a este intercambio de opiniones sobre un tema de tanta trascendencia.

La experiencia demuestra que ninguna propuesta es mejor que aquella que motiva un sano intercambio de opiniones.
Antiguamente se decía que varias cabezas piensan mejor que una, pero es solo otra manera de decir lo mismo.

Eso implica, por supuesto, dejar atrás los insultos y las respuestas groseras, sobre todo cuando debaten funcionarios públicos, que no hablan solo a título personal puesto que tienen detrás suyo la representación de todo un segmento de la sociedad.

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Cierto es que en nuestro medio llegamos a acostumbrarnos a que dos o tres dirigentes políticos se creyesen dueños de la verdad, pero el país ha dicho una y otra vez que esa clase de prácticas deben quedar atrás. Y valdría la pena que nos empeñásemos en conseguir que así sea.