La presencia del fiscal adjunto tiene como finalidad descongestionar el trabajo del ministro distrital.

Continuos llamados de atención que terminaron el mes pasado con una amonestación escrita de la ministra fiscal general subrogante, Cecilia Armas, al ministro distrital del Guayas y Galápagos, Walter Tomsich, dejaron entrever las discrepancias entre ambos funcionarios.

Los problemas se originaron a raíz de los repetidos cuestionamientos efectuados por la labor que desempeñan los diferentes agentes del Ministerio Público, encabezado por Walter Tomsich.

Publicidad

La inconformidad se generalizó cuando las llamadas fuerzas vivas de Guayaquil, mediante un comunicado enviado a Cecilia Armas el pasado 10 de agosto, expusieron la necesidad de reestructurar el Ministerio Público en la provincia del Guayas.

En el escrito, la Junta Cívica y las cámaras de la Pequeña Industria, Comercio, Construcción e Industrias de Guayaquil aseguraron que las medidas adoptadas por el Municipio porteño y la Policía Nacional para garantizar la seguridad en la urbe “no han sido suficientes... por la actitud permisiva, irresponsable e ilegal de algunos agentes fiscales y jueces penales que se valen de cualquier recurso para liberar a los antisociales”.

El presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Eduardo Maruri, expresó que el objetivo de la carta, donde se solicita la reorganización “inmediata”, es evaluar la actuación de agentes fiscales y jueces penales en los procesos legales contra delincuentes.

Publicidad

Renato Carló, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria, dijo que es necesario impulsar un concurso de merecimientos para elegir a nuevos integrantes de las dos instituciones.

La carta de los empresarios dio como resultado que los primeros días de septiembre se descongelara el proceso de designación del fiscal adjunto del Guayas, que llevaba paralizado un año y medio. No solo eso. También motivó a que se cambiara a los fiscales que formaban parte de 14 de las 23 unidades del Ministerio Público del Guayas, por orden de la ministra fiscal general.

Publicidad

Pero Tomsich no se quedó atrás y el 12 de septiembre dispuso cambios administrativos a varios funcionarios que prestan servicio en el distrito.

La medida molestó a la fiscal general, quien en el oficio Nº MFG-005233, enviado a Walter Tomsich, le comunicó “que no está en el ámbito de sus competencias disponer internamente estos actos administrativos, porque es una atribución exclusiva de ella”.

En el memo Armas acusó a Tomsich de arrogarse funciones, por lo cual dispuso al director nacional de Recursos Humanos elaborar la acción de personal para imponerle la sanción de amonestación escrita.

A Tomsich también lo acusó el agente Héctor Carvajal de intimidación, para que revea la orden de prisión preventiva en contra de un imputado.

Publicidad

Fiscal adjunto
El pasado 29 de septiembre, Dimitri Durán Mackliff inauguró en la Fiscalía del Guayas el cargo de ministro fiscal adjunto.
Luego de la posesión a cargo de la fiscal general Cecilia Armas, Durán actuará como el segundo a bordo del ministro distrital Walter Tomsich.

Su misión será coordinar acciones para modernizar y moralizar este distrito.

El cargo está en la ley desde el año 2003. El Reglamento Orgánico Funcional del Ministerio Público concede a la ministra general la facultad de crear las fiscalías adjuntas de los ministros.

En el país existen siete adjuntos, distribuidos en los distritos del Azuay, El Oro, Esmeraldas, Tunguragua, Zamora, Pichincha y Guayas.

En estos lugares los funcionarios se posesionaron hace dos años, por lo que la única vacante era la del Guayas.

Para llenar este cargo la ex fiscal Mariana Yépez convocó a concurso de merecimientos y oposición, donde participaron seis aspirantes.

Para la selección quedaron dos: Dimitri Durán y Carlos Julio Tapia, agente fiscal que actualmente presta sus servicios como asesor jurídico del Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV).

Fue la actual ministra general, Cecilia Armas, a quien le tocó elegir entre los dos aspirantes. Según la ley, el fiscal adjunto deberá, entre otras funciones, subrogar al ministro distrital y supervigilar las indagaciones previas y la conducción de las investigaciones procesales de los agentes.

No obstante, su presencia genera opiniones encontradas. Xavier Zavala, ex presidente de la Corte Superior de Guayaquil piensa que la presencia de un adjunto no es necesaria, por cuanto ante la ausencia del Ministro Distrital la ley misma establece cómo subrogarlo.

El ex magistrado establece que todo ministro fiscal cuenta con un cuerpo de asesores, que son quienes lo ayudan en la revisión de los procesos.

El director del Instituto de Criminología de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil, Roberto Gómez Mera, aprueba la designación, por cuanto dice que en la Fiscalía existe una enorme demanda del servicio.

Politización
La politización del Ministerio Público también se cuestiona.

Para Xavier Zavala, la Fiscalía del Guayas sí está politizada, al igual que las demás instituciones del Estado.

Ello difiere con lo que opina Roberto Gómez Mera, quien no cree que exista dependencia política.

Sin embargo, ambos juristas concuerdan en que no son convenientes los cambios de plaza de los fiscales.

“Eso evita la especialización y retrasa el estudio de un determinado proceso”, indica Zavala.

Gómez también cree que el fiscal que conoce un proceso no debe ser trasladado a otra área intempestivamente, porque ello presupone que el nuevo funcionario comience a estudiar nuevamente el asunto. “Hacen falta más fiscales especializados y que tengan el apoyo material”, expresa.