José Toledo Gradín sonríe con alguna dificultad. Son cerca de las 20h00 del miércoles pasado y su agenda de actividades en la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia de la República todavía era intensa.

No se declara muy amigo del jefe de Estado, Alfredo Palacio. “Le he realizado muchas entrevistas desde cuando era ministro de Salud y luego vicepresidente”, señala. Pero, dice, estar dispuesto a poner las manos en el fuego por él.

“Le creo al Presidente. Siempre uno espera que no le fallen. El Presidente debe estar pensando lo mismo de mí: que no debo fallarle”, manifiesta.

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Toledo, de 37 años, periodista y productor de televisión, es el tercer secretario de Comunicación de este Gobierno. Este Diario lo entrevistó:

Pregunta: ¿Conoce los riesgos de llegar al sector público?
Respuesta: Absolutamente.

P: Hay inestabilidad. Usted es el tercer secretario de Comunicación en cuatro meses y medio de gobierno...
R: Depende de cómo se trabaje. Cuando pasé de un canal a otro me dijeron que como el canal comenzaba no me vería nadie, pero la historia cambió.

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P: ¿Cómo veía a esta Secretaría desde un canal privado?
R: No teníamos información adecuada, había especulaciones de toda índole.

P: ¿Cómo quiere que la vean ahora?
R: Como facilitadora; que los periodistas tengan información para que no puedan especular.

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P: ¿Cuál es su objetivo?
R: Un cambio estructural. Pretendo que el Presidente se acerque más a los medios de comunicación y a la población para darles a conocer sus planes.

P: ¿Qué va a hacer con las cadenas?
R: Tendrán otro estilo. No quiero un Presidente que hable 10 minutos y que el público solamente lo esté viendo. La idea es hacer atractivo el mensaje. Estamos en el siglo XXI y no me explico cómo una cadena puede ser aburrida.

P: Otros también han intentado cambiar y no lo han logrado...
R: No creo que lo hayan intentado. A esta Secretaría le hacía falta un comunicador y no un economista (Carlos Cortez), ni un publicista (Andrés Seminario).

P: ¿En qué se notará la diferencia?
R: Yo no aceptaría dirigir un espacio destinado para un economista, por más que el cargo sea excelente. Y no es lo mismo vender un producto que dar a conocer la comunicación de un Gobierno. Hay diferencias.

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P: ¿No venderá el trabajo del Gobierno?
R: El vender se utiliza en publicidad. La idea es comunicar. El periodismo es una función social y hay que comunicar adecuadamente.

P: ¿Ha quedado claro quién será el vocero del Gobierno?
R: El secretario de Comunicación dirá lo que ocurra en la Presidencia y los ministros lo que hacen en sus sectores, pero impidiendo el cruce de noticias que desinforma.

P: ¿Qué pasará con Radio Nacional?
R: He pedido un informe sobre su situación.

P: ¿Y la televisión?
R: Hay planes, pero tengo que ver cómo se encuentra ese proyecto.

P: ¿Cuál es el presupuesto que manejará la Secretaría?
R: Ya lo he pedido. En estos días he tratado sobre las deudas por contratos de publicidad. La decisión del Presidente es pagar.

P: Usted llega en momentos delicados para el Gobierno...
R: Estoy consciente de esto. No crea que soy un suicida.