A pocos kilómetros del gran conglomerado guayaquileño que habita la jurisdicción de Samborondón hasta el sector del hipódromo Buijo, se encuentra Salitre, típica población rural de Guayas donde todavía se vive con las costumbres del campo, principalmente transitar a caballo por el pueblo, o ver a muchos visitantes en nuestras playas de río, lo que produce gran colorido en las riberas por las carpas, los autos parqueados y las “cocinas acuáticas” que son canoas que expenden comidas preparadas.

Lamentablemente solo a este lugar se lo ve bonito por el interés que le ponen las personas inmersas en la actividad, porque las autoridades han demostrado una desidia total con la población. El acceso al río desde que se sale del centro, lo constituye una calle de unas cinco cuadras totalmente destruidas. Para llegar a la población hay cantidad de obstáculos o “vigilantes acostados” construidos de manera antitécnica que ocasionan daños en los automotores.

Lo normal sería que a la calle de acceso al río le construyan bordillos para por lo menos ponerle adoquines en un ancho de doble carril en el de ida y vuelta, que les saldría más barato que pavimentarla.

Publicidad

Rosendo Ruiz Castro
Salitre