Ante la presencia de sus familiares, cerca de 180 jóvenes apadrinados del Children Internacional se incorporaron en la II ceremonia anual de graduación realizada la noche del viernes pasado.

El evento se desarrolló en el Aula Magna de la universidad Católica de Guayaquil situada en el km. 1,5 de la avenida Carlos Julio Arosemena.

Los graduandos, que  ingresaron al local a las 19h30, dejan el programa de apadrinamioentro tras cumplir la edad límite de 19 años.

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En la ceremonia, Elizabeth Orellana, directora de Children Internacional en Guayas felicitó a los recién incorporados y dijo que ellos son “los seres humanos sanos, educados y autosuficientes que queremos entregarle a la sociedad”.

Unos diez integrantes de la mesa directiva impusieran el birrete a  los jóvenes y entregaron diplomas.

Al ser llamados, se evidenció que la informalidad primó en la vestimenta de los graduados, más de  uno vistió ropa deportiva.

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Otros recibieron reconocimientos por su  desempeño mientras fueron parte del programa, según dijo una de las presentadoras del acto.

Estos se dirigieron a la concurrencia y manifestaron su agradecimiento a la entidad de ayuda social.

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Durante el evento hubo la intervención artística de una soprano y se presentaron dos videos sobre jornadas de convivencia. Algunos episodios de la cinta arrancó risas entre los asistentes.

Evelyn Ibarra, una de las graduadas, dijo que estuvo en el programa desde los siete años y durante las jornadas de integración y convivencias de la que fue parte recibió charlas sobre valores morales y estrechó lazos de amistad con sus compañeros. Ella reside en la Coop. Juan Montalvo (norte de la ciudad).

Atrás, sentados en las sillas posteriores, familiares seguían el desarrollo del acto.

“Mi hijo se benefició de asistencia médica, odontológica, educativa...”, destacó Esperanza Plúas quien acompañó a su vástago José Plúas. Ambos son oriundos de Pascuales.

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A las 20h40, entre felicitaciones y despedidas entre los graduados concluyó el acto. Al salir los graduados entregaron inmediatamente capas y birretes y los fotógrafos debieron apurarse para lograr convenir algunas tomas.