Prejuicios, supuestos y mitos sobre el sida sin ningún sustento científico, en ocasiones pueden incidir para que se adquiera esta enfermedad que en este año ha aumentado el número de afectados.

Al contrario, otros casos o circunstancias que se cree no son fuente de contagio del VIH, sí lo pueden ser.

Cinco expertos aclaran dudas sobre un mal que, muchas veces, genera marginación a los que lo sufren.

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Los médicos indican que en una relación sexual antes de que se produzca la eyaculación ya ha existido intercambio de fluidos iniciales, que igualmente tienen carga viral (aunque en menor grado) y son contagiantes.

‘El coito interrupto evita el contagio’
No. Los médicos indican que en una relación sexual antes de que se produzca la eyaculación ya ha existido intercambio de fluidos iniciales, que igualmente tienen carga viral (aunque en menor grado) y son contagiantes.

Incluso se ha establecido que cuando hay juegos sexuales, sin penetración, también existe la presencia de secreciones que contienen el virus y al haber una puerta de entrada se produce la transmisión.

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Los especialistas consideran difícil que el hombre pueda contener las gotas o fluidos anteriores a la eyaculación, por eso recomiendan el uso del preservativo para evitar intercambio de secreciones.

‘Con el sexo oral no hay riesgos’
Falso. Aunque  la transmisión se produce en menor porcentaje, el virus se encuentra en las secreciones seminales (las que más carga viral tienen) y vaginales y el contacto por vía oral, si hay lesiones en la mucosa o sangrado en encías, hace posible el contagio.

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Cuando el hombre hace sexo oral a la mujer ocurre lo mismo. Los fluidos vaginales también pueden contaminar.

Más aún, indica el médico Francisco Andino, si hay caries que desmejoran la protección de la mucosa  oral y hacen más sensible el ingreso del virus al torrente sanguíneo.

La Dra. Aracely Álava considera que sin necesidad de tener lesiones, las mucosas (como la oral) son una puerta de entrada libre para los virus.

‘El sexo anal no transmite el VIH’
Falso. Contrario a lo que se piensa, el sexo anal tiene el doble de posiblidades de transmisión que una relación con penetración vaginal. Los especialistas señalan que el recto es una mucosa sensible, con mucha irrigación sanguínea  y no está preparado fisiológicamente para una relación sexual. Cuando se tiene intimidad por esta vía, hay roce, fricción y puede haber sangrado, lo que vuelve a la persona más sensible al contagio del virus.

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Lo que ocurre es que el canal por el que se mantiene las relaciones es tan estrecho que la introducción lacera las paredes laterales del ano, rompe la protección de la mucosa y produce pequeñas pérdidas sanguíneas. Entonces el virus ingresa fácilmente por contacto con el semen y la sangre.

‘Lágrimas, sudor y saliva contagian’
No. Eso no lo transmite. Aunque se ha encontrado el virus dentro de estos fluidos, no están contabilizados dentro de los cuales pueden provocar la infección.

Además, el VIH se concentra en los glóbulos blancos y estos no están mayormente en sudor, saliva o lágrimas.

Eso explica que existan seropositivos con parejas negativas y que no se contagien, pese a intercambiar besos.

Sin embargo, el médico Carlos Mosquera asegura que al ser fluidos sí pueden producir  infección, pero generalmente se requiere de grandes cantidades de partículas para que pueda infectarse.

Los expertos recomiendan tener cuidado con besos muy profundos, que provoquen mordidas o cortes.

‘Mosquito puede transmitir VIH’
Los médicos señalan que solo las enfermedades transmitidas por vectores, tipo paludismo o dengue, hacen que el microorganismo (del VIH) tenga un ciclo dentro del mosquito y este ayude a transmitirlo. Pero el VIH no tiene ciclo en ningún vector, por tanto no se transmite de esta manera.

El médico Francisco Andino indica que las glándulas salivales del mosquito no permiten la supervivencia del virus y que este es selectivo a los glóbulos rojos, donde no se encuentra el VIH. “Si no fuera así, en Guayaquil, con el índice de vectores todo el mundo tuviera VIH”, dice.
Además, el aparato digestivo del mosquito también destruye el virus.

‘Me contagio si comparto vajilla’
El VIH no se contagia por comer en el mismo plato, usar la misma cuchara o tomar del mismo vaso de una persona que tenga el virus.

Para contagiarse debe haber contacto directo entre sangre del infectado y la sangre, mucosas o fluidos seminales y vaginales de otras personas.

Lo mismo ocurre con el uso de baños o al sentarse en la misma silla o cama que ha ocupado un seropositivo.

Pero los médicos recomiendan por medida de higiene básica limpiar la tasa del baño que se vaya a usar ante cualquier residuo de fluido, pese a que el virus no sobrevive al medio ambiente.

Abrazar o acariciar a una persona infectada tampoco es medio de transmisión.

‘Es de prostitutas y homosexuales’
 Falso. Todavía se mantiene el estigma de que solo los homosexuales y prostitutas se contagian con el virus del VIH, porque  en ese grupo fue que inicialmente se presentó la epidemia. Sin embargo, especialistas señalan que este segmento se cuida más y ahora son los heterosexuales los mayormente afectados. Según el Programa Nacional de Sida, de los 1.006 casos nuevos registrados el año anterior, 771 fueron de heterosexuales (hombres y mujeres que mantienen relaciones), 138 de bisexuales y 97 de homosexuales.

La población con mayor incidencia: obreros, jóvenes y amas de casa. Por eso, hoy se considera que todas las personas están expuestas al contagio si no se protegen.

‘Los remedios curan el mal’
Una vez  adquirido el virus del VIH no hay manera de quitárselo. Ni siquiera con una transfusión de sangre de la persona afectada.

Sin embargo, hoy  los medicamentos antirretrovirales mejoran la calidad y el tiempo de vida del paciente.

Los fármacos permiten controlar la enfermedad para que las defensas no disminuyan a tal punto de permitir enfermedades oportunistas, como la tuberculosis. No todo seropositivo recibe tratamiento con antirretrovirales.
Entran al esquema dependiendo de la cantidad de carga viral y de linfocitos CD4 (células responsables de las respuestas inmunitarias).

‘Hijo de mujer con  VIH tendrá sida’
Falso. Si la mujer no se hace ningún tratamiento la tasa de transmisión es cercana al 70%. Es decir de cada 100 mujeres con VIH puede haber 30 niños que no reciban el virus.

Pero si se detecta la enfermedad durante la gestación, se le da tratamiento antirretroviral, se la somete a una cesárea a la semana 38 de embarazo y no se le da leche materna al niño (que es otra vía de contagio), la posibilidad de que el recién nacido nazca infectado es menor al 5%.

Por eso es necesario que toda embarazada solicite una prueba de VIH que en las maternidades del ministerio se ofrecen de forma gratuita.

‘¡No  me pasa, ella es limpia!’
Falso. “Nadie tiene puesto en la frente una etiqueta que diga soy portadora del virus”. Con esta frase, el especialista John Cuenca, indica que externamente el VIH no se ve, por tanto es imposible saber si un amigo, familiar, su pareja o vecino está contagiado.

La persona es infectante desde el primer día que se contagia con VIH y puede permanecer asintomático por 7 u 8 años.
Son personas que se ven normales, trabajan, estudian y no saben que son portadoras del virus.

Las defensas que tiene al inicio del contagio le provocan una falsa apariencia de salud, pero luego el sistema inmune empieza a declinar.

Cuando el virus ha crecido tanto y las defensas se bajan es cuando empieza la etapa Sida, en la que recién el virus se evidencia con la aparición de enfermedades oportunistas.