Más servicios y precios variados ofrecen las grandes cadenas, ante  auge de  lavanderías populares.

En seco o en agua, al peso o por pieza, los servicios de lavandería de ropa se expanden a pasos agigantados y con ellos la creatividad para atraer clientes y penetrar nuevos nichos. La competencia no solo la libran las grandes cadenas posicionadas en este mercado, sino también los pequeños negocios que operan en los barrios.

La calidad del lavado por un lado, y los precios, por otro, son los aspectos que toman en cuenta los clientes a la hora de escoger en quién confiar sus prendas, refieren los involucrados en este mercado.

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La especialidad de empresas como DryClean USA, una franquicia de Estados Unidos con 12 años en el país, por ejemplo, es el lavado en seco, pero no por ello descuida el lavado en agua –un poco más económico– que ofrece como servicio complementario.

Álvaro Palacios, gerente de esta compañía, que posee siete locales en Guayaquil, sostiene que el negocio tiene perspectivas de crecimiento y que para ello, la diversificación es importante.
Aquí, el cliente, además del lavado de ropa, puede pedir costuras (cocido de bastas, cambio de cierres, de botones, reparaciones) y hasta limpiar peluches.

Algo más segmentado realiza Martinizing, también dedicada al lavado en seco, con 38 años en el mercado nacional y 43 locales en Guayaquil. Desde hace pocos meses promociona un servicio de lavado, restauración y preservación de vestidos de novia, primera comunión, de quinceañeras y faldones de bautizo; otro que rejuvenece las prendas de cuero y gamuza; y el lavado de jeans, por 99 centavos.

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Bernardo Dávalos, gerente general, explica que en esta última prenda encontraron un nicho interesante de mercado, pues muchos clientes demandaban este servicio a menor costo, porque son pantalones para toda ocasión.

En vista de que el lavado en agua es complementario, la proliferación de lavanderías populares que sí se dedican a este servicio no ha afectado enormemente a las cadenas.

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Bélgica Abad (de 32 años) y moradora de la Alborada, al norte de Guayaquil, está consciente de que no puede pagar semanalmente un servicio de lavado en seco, en el que los precios oscilan entre 1 y 8 dólares por prenda. Por ello recurre a una lavandería situada por su sector, donde invierte 3 dólares por 24 prendas.

En algunos de estos pequeños negocios, además del lavado en agua, se ofrece planchado y teñido de ropa, y en otros, el propio cliente puede usar las lavadoras.

Burbujitas, un local ubicado en Sauces 6, es uno de los pocos que brindan esta modalidad de autoservicio. Víctor Idrovo y Alondra López, sus propietarios, pensaron en esta alternativa porque resulta más económica y cómoda para los usuarios del servicio. Sus lavadoras (14 en total), funcionan con monedas de 25 centavos que el cliente debe colocar para iniciar el lavado y también para el secado.

“Quien las utiliza se hace responsable de su ropa y se evita la vergüenza de que alguien extraño vea sus prendas”, expresa López. La presencia de pequeñas lavanderías en una misma cuadra y cerca de negocios como locutorios, mercados y farmacias, es evidente en zonas periféricas y son muy concurridas por las amas de casa.

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50 MARCAS
En el país se disputan el mercado de lavado en seco, según datos del sector. De este total, siete marcas se dividen el 99% del mercado de Guayaquil. Mientras en Quito son alrededor de 30 marcas diferentes.

4 MILLONES
De prendas al año se procesan en cadenas grandes como Martinizing, que tiene una base de clientes de 350.000 entre Quito y Guayaquil. En las pequeñas se realiza un promedio de 80 lavadas diarias.

26 LIBRAS
Es la capacidad que tienen las lavadoras que ofrecen los almacenes de electrodomésticos de la urbe y que se emplean en los pequeños negocios. Las secadoras, en cambio, tienen capacidad para 30 libras.

EL SECTOR

MERCADO
Secomático, Sistematic, Sercimatic, Martinizing, DryClean USA, Albolavado, Ecuadry, Wash and Wear son medianas y grandes empresas de lavado de ropa que ofrecen sus servicios en la ciudad.

CALIDAD
Las cadenas especializadas en lavado en seco importan los detergentes y productos para quitar manchas, de ahí que los costos para el usuario son un poco más altos, pero se garantiza calidad. En los negocios populares, las prendas se lavan en agua con detergentes que se encuentran en el mercado local.

INVERSIÓN
Para empezar un pequeño negocio de este tipo se requiere una inversión mínima de $ 3.000 a $ 5.000. También se deben considerar los gastos que representan los consumos de luz y agua.