Una corte de seguridad declaró culpable el domingo a un egipcio de conspirar para asesinar al presidente Hosni Mubarak y de espiar para las Guardias Revolucionarias de Irán, sentenciándolo a 35 años de cárcel.
 
Un diplomático iraní prófugo también fue condenado en ausencia al concluir un juicio que incrementó la tensión en las relaciones entre los dos países musulmanes.
 
La Corte de Seguridad del Estado condenó a Mahmud Mohamed Eid Dabous a cadena perpetua _que significa 25 años en Egipto_ por la conspiración para efectuar el asesinato y 10 años más por espionaje. Irán ha rechazado estar involucrado en el caso.
 
El codemandado Mahmud Reda Hussein, un iraní, fue condenado en ausencia y sentenciado a cadena perpetua.
 
Esto es injusto. Soy inocente, afirmó Dabous. Dijo haber confesado después de que la policía lo torturó mientras estaba detenido.
 
Me quejaré ante Dios de la injusticia cometida en mi contra, dijo.
 
Dabous dijo a los periodistas que se le prometió un indulto presidencial si cooperaba con la investigación, pero el juez Adel Abdul-Salam Gomaa negó que eso fuera cierto.
 
Estuvo involucrado en un intento inmoral para asesinar al líder de esta nación, en completo menosprecio de los sentimientos del pueblo egipcio, afirmó Gomaa al emitir el veredicto. Dabous y Hussein, dijo, no conocen   el verdadero amor que le tienen los egipcios a su líder.
 
La audiencia del domingo fue la primera ocasión en que Mubarak fue nombrado como objetivo de la conspiración.
 
La lista de los cargos afirmaba que Dabous planeaba un asesinato   importante en Egipto, pero no especificó el objetivo.