Janet Leigh, una de las actrices más bellas que ha dado Hollywood, y cuyo espeluznante asesinato en el filme de Alfred Hitchcock   Psicosis le dio perdurable fama internacional, murió en su residencia de Beverly Hills, informó el lunes la agente de prensa de su hija. Tenía 77 años.
 
Robert Brandt, esposo de la actriz, y sus hijas, las actrices Kelly Curtis y Jamie Lee Curtis, estaban junto a Janet Leigh cuando falleció el domingo, dijo Heidi Schaeffer, una vocera de Jamie Lee Curtis.
 
Ella murió en paz, en su hogar, dijo Schaeffer a The Associated Press.
 
Leigh sufrió de una inflamación de los vasos sanguíneos durante el último año.
 
La actriz tuvo destacadas actuaciones en varios clásicos del cine estadounidense, entre ellos   The Manchurian Candidate (1962), donde hacía el papel de la novia del capitán Markus, un atribulado oficial acosado por pesadillas de la guerra de Corea, y en el clásico del policial   Touch of Evil (1958) dirigido por Orson Welles. En esa ocasión, Janet Leigh compartió papeles estelares con Welles y con Marlene Dietrich. La actriz interpretaba a la esposa de un policía mexicano (Charlton Heston) que intentaba resolver un crimen y era acosado por el racismo de sus colegas estadounidenses.
 
Pero su ingreso indeleble en la historia del cine se lo debió a   Psicosis, donde interpretaba a una empleada que robaba dinero de su oficina y escapaba de su pueblo. La empleada decidía pasar la noche en un hotel y mientras tomaba una ducha en su cuarto, era apuñalada por el dueño del establecimiento (Anthony Perkins). El papel le permitió obtener una nominación al Oscar como mejor actriz de reparto.
 
Hitchcock compiló la secuencia en la ducha en unas 70 diferentes tomas de dos y tres segundos cada una. Para ello, Leigh debió pasar siete jornadas consecutivas en la ducha.
 
En el momento de su estreno, no se permitía a los espectadores ingresar a la sala de cine una vez el filme había comenzado. Aunque esa prohibición fue considerada un ardid publicitario, Hitchcock explicó sus razones al director francés Francois Truffaut, indicando que Janet Leigh figuraba en la película en un papel protagónico, y un espectador que llegase con unos minutos de atraso se sentiría decepcionado de verla morir sin tener bien en claro los motivos.
 
En 1995, Leigh escribió un libro,   Psycho: Behind the Scenes in the Classic Thriller (Psicosis: detrás de las escenas del clásico del suspenso). En el libro, la actriz dijo que la filmación transcurrió plácidamente hasta los últimos 20 segundos, cuando tuvo que expresar un horror total ante las puñaladas del asesino.