En un partido intenso y emotivo, aunque  por momentos algo deslucido, las selecciones de Alemania y Holanda empataron  1-1, este martes en el estadio del Dragao de Oporto en la primera jornada del  Grupo D de la Eurocopa de fútbol 2004. 
 
Este fue el trigesimosexto encuentro oficial entre ambos equipos y la  estadística favorece a los alemanes, que ganaron 13, hubo igual número de  empates y 10 victorias neerlandesas (así como 70 goles contra 61). 
 
A los tres minutos de juego, un magistral pase del capitán holandés, el  barcelonista Philip Cocu, en el eje del área, dejó solo a Ruud van Nistelrooy  quien erró al tratar de patear el balón. En la primera parte, cada vez que lo  buscaron el artillero del Manchester United se mostró poco avispado. 
 
Sobre los doce minutos, el alemán Kevin Kuranyi (nacido en Rio de Janeiro)  quiso imitar a Diego Maradona, pero el manotazo intrascendente que le dio a la  pelota en el área naranja le significó la primera tarjeta amarilla del  partido. 
 
Promediando el primer tiempo, Michael Ballack, goleador de la selección y  estrella del Bayern Múnich, el más elegante en su juego, elegido el "hombre del  partido", exigió desde lejos al guardameta Edwin van der Sar, del Fulham  inglés, que desvió el balón al córner. La falta fue cabeceada hacia abajo por  el defensa germano Christian Worns, pero la pelota se fue por arriba del  larguero. 
 
Los holandeses fueron un poco más ambiciosos, pero intrascendentes en el  momento de intentar inquietar al polémico Oliver Kahn, que festejó sus 35 años  y su 69ª convocatoria internacional, quien después tendría que intervenir en  varias oportunidades en el segundo periodo. 
 
A esa altura sólo una jugada individual, un error o el factor sorpresa  podían dar vuelta un partido que se dirimía, no sin alguna que otra brusquedad,  en el medio de la cancha. 
 
Una dura entrada de Cocu sobre su casi tocayo Philipp Lahm, del Stuttgart,  le valió la tarjeta amarilla, y, en la ejecución de la falta desde la banda  izquierda del ataque de la "Mannschaft", Torsten Frings, del Borussia Dortmund,  sorprendió desde lejos con un potente derechazo que entró contra el segundo  palo del guardavalla Van der Sar, abriendo el marcador en el minuto 30. 
 
Faltando tres minutos para terminar la primera mitad, tras un brillante  pase del barcelonista Edgar Davids, Rafael van der Vaart, del Ajax, se revolvió  en el área, pero su disparo de zurda se fue por poco afuera de la valla de  Kahn. 
 
En la segunda parte, en la escuadra naranja Wesley Sneijder sustituyó a  Davids y Marc Overmars a Boudewijn Zenden. Gracias a este último cambio en  particular, los neerlandeses presionaron más, pero los germanos combinaban y  triangulaban con más prolijidad y mejor recuperación del balón. 
 
Después se agotarían los reemplazoss de ambos lados. En Alemania, la  entrada de Bastian Schweinsteiger dotaría de mucha más movilidad a la  delantera. En el minuto 73 hubo una merecida tarjeta amarilla para Jaap Stam,  del Lazio, por una dura entrada a Ballack cuando se iba solo hacia el área  holandesa. 
 
Después habría un cabezazo de Kuranyi de cerca y varios disparos que Kahn  despejó con los puños. Holanda insistía más pero la "Mannschaft" se mostraba  más peligrosa al contragolpe. 
 
Pero, en el 81 llegaría el merecido empate en una de las tantas jugadas  naranjas. Andy van der Meyde centró hacia atrás casi cayéndose en la línea de  fondo y Van Nistelrooy, más efectivo que en la primera parte, no perdonó a  Kahn, fusilándolo con un derechazo desde muy cerca. 
 
Después, Holanda se animó y se fue más al ataque, mientras Alemania  intentaba la réplica, firmando ambos un empate justo para lo que se vio en el  campo de juego. 
 
Los dos encuentros anteriores entre ellos en una Eurocopa se habían saldado  con victorias naranjas, 2-1 en semifinales en 1988, año en que fueron  campeones, y 3-1 en primera ronda de 1992, competición en la que al final los  germanos fueron finalistas ante Dinamarca.