Se definen como una banda chilena de pop que se diferencia de otro grupos  debido a las letras de sus canciones, porque las consideran un estilo particular, aunque musicalmente  les gusta hacer temas para que la gente  comparta.

Cuando empezaron a hacer canciones las letras aparecieron solas, no había nada preconcebido, lo  importante era la música, pero a partir de ahí salieron cosas  interesantes.

Con ellos es imposible no hablar de política debido a la tematica de sus letras. Jorge González (vocalista) cree que los sesenta eran los años buenos para tomar posición. Estima que ahora es inútil, ya que a pesar de que  gran parte de una ciudad proteste sobre una guerra, como sucedió en España y en Inglaterra respecto a la invasión de Iraq,  igual las cosas se realizan.

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Argumentó que las ideas que existían de que había una democracia, o de que a la gente la elegían por voluntad de votación, se comprobó que no es así, porque a la mayor parte de la gente se la puede manipular a través de los medios de comunicación, y los medios casi siempre están de parte de los poderosos.

Sobre si eso es una visión pesimista y tremendista del mundo, Jorge dijo que es una visión optimista, porque piensa que las cosas son más difíciles de lo que se cree. Pero es una cosa  positiva y negativa al mismo tiempo, porque todo  se sabe.
“Por ejemplo, todas esas fotos que han aparecido sobre prisioneros torturados antes era imposible de conocer, pueden aparecer, pero los responsables de eso no van a perder su puesto”, dijo.

Opinan que en estos momentos el mundo está dominado por una dictadura militar, y que a  pesar de que la gente se da cuenta de esto, no hay nada que hacer, porque el poder militar es muy grande.

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“Por mucho que a uno le parezca mal lo que están haciendo es suficiente que manden un par de personas a tu casa y te hagan saber de que lo mejor es callarte”, admitió Jorge.

Puso de  ejemplo lo que sucedía en la época de Pinochet (1973-1988) cuando a ellos les pedían hablar  de política, y lo de Pinochet nunca tuvo que ver con la política. Para ellos tuvo que ver con lo judicial,  con ladrones, con estafa, con asesinatos, con la justicia. Ahora dicen que pasa lo mismo en una escala mayor.

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Lo triste es que nunca existieron armas para combatir eso. Se podían hacer un par de canciones, un par de obras de teatro, unos libros al respecto, pero nada más, dijeron.

Sobre el alejamiento de Claudio Narea, Jorge manifestó que se juntaron el año pasado para hacer la reunión, pero en los diez años que estuvieron separados, Miguel Tapia y Jorge siguieron siendo amigos, pero con Claudio no fue así. “Parece que se necesita un nivel de amistad mucho más profundo en estos tiempos para poder tener un grupo, y Miguel y yo somos como hermanos”, confesó Jorge.

Surgieron en una época de dictadura y sufrieron la censura de los medios porque estaban en poder de la derecha, pero muy poco ha cambiado en Chile. Para ellos todo sucede en plan de burla, la noticia es algo de lo que los medios se pueden reír, algo superficial.

Jorge cree que el impacto de los medios ha disminuido y ya no son tan fuertes, en parte porque se ha comprobado que muchas de las cosas que propagaron no eran ciertas.

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Está convencido de que ahora la manera de comunicarse más eficiente es de persona a persona, porque las palabras han perdido mucho valor y no solo basta con ello. “Por eso no considero que tenga mucha importancia transmitir mensajes de un modo masivo en estos tiempos. Materialmente es una época terrible, pero espiritualmente es muy interesante”, concluyó González.

Notas
Presentaciones
Los Prisioneros actúan hoy, a las 23h00, en la discoteca Limbo (C.C. Albanborja). Mañana, en Rumba Café, de Quito. Entradas: $ 20.

Disco
El grupo editó el primer disco en diciembre del 84. Vinieron a Guayaquil por primera vez en el 87 y volvieron el año pasado.

Máquina
Jorge González dice que cuando tocaron en Guayaquil el año pasado parecía la máquina del tiempo. “Estamos viejos, pero el público que nos ve es joven”.