Las imágenes de las torturas infligidas por soldados estadounidenses a prisioneros iraquíes pueden contribuir a alimentar el sentimiento anti-Estados Unidos en el mundo árabe, reconoció el miércoles el presidente George W. Bush en una entrevista a la cadena de televisión árabe Al-Arabiya.
"Creo que quienes en Medio Oriente quieren detestar a Estados Unidos utilizarán esto como una excusa para recordar a las personas su desprecio", estimó Bush en la entrevista, cuyo texto fue publicado por la Casa Blanca.
"Pienso que el ciudadano común en Medio Oriente dirá no es el país del cual escuché hablar ", añadió de todas formas el presidente estadounidense, y afirmó que "somos un gran país ya que somos un país libre y no toleramos este tipo de abusos".
"En Medio Oriente deben comprender que lo que pasó es horrible. Pero nos ocupamos de ello de una forma que va a convencer no sólo a nuestros ciudadanos, lo que es muy importante, sino al mundo, que la situación será corregida y que se hará justicia", declaró Bush.
"Pedí al secretario de Defensa (Donald Rumsfeld) que informe a todo el mundo en el Ejército de que quiero conocer todos los detalles acerca de la manera en la que administramos el sistema penitenciario en Iraq. Queremos estar seguros de que si es un problema sistemático, si hay problemas en el sistema en su conjunto, debemos poner fin a esas prácticas", afirmó el presidente estadounidense.
Bush admitió que vio las imágenes de las torturas por primera vez a través de los medios estadounidenses.
"Sí, la primera vez que vi o escuché hablar de esas imágenes fue en la televisión", afirmó durante la entrevista con la cadena de televisión estadounidense Al-Hurra que difunde su programación en árabe.
"Pero (...), a comienzos de enero, el general (Mark) Kimmit (jefe adjunto de las operaciones militares estadounidenses en Iraq) habló de una investigación que tendría lugar sobre los malos tratos en la prisión" de Abu Ghraib, recordó el presidente sin precisar exactamente cuándo fue informado sobre esta investigación.
Su portavoz Scott McClellan indicó el miércoles que la autoridad provisional de la coalición en Iraq había "publicado un comunicado de prensa el 16 de enero evocando eventuales abusos cometidos contra prisioneros y subrayando que las investigaciones estaban en curso".
El presidente Bush "fue informado inicialmente por el secretario Rumsfeld de que había rumores de abusos contra prisioneros y que ello era objeto de investigaciones", indicó McClellan.
"Las cosas comenzaron a escalar en la jerarquía militar en enero (...). Fue poco tiempo después cuando el secretario Rumsfeld, mientras estaba en la Casa Blanca durante una visita regular para hablar con el presidente, dijo que había informaciones sobre eventuales abusos cometidos contra prisioneros" en Iraq, agregó el portavoz.
"El presidente lamenta profundamente lo que ocurrió y el dolor que ha causado", dijo McClellan.