La metáfora pugilística sorprende y convoca. Un poeta se sienta a un lado del escenario y otro ocupa el extremo opuesto. En el centro, el árbitro. Y en las esquinas restantes, dos guantes de box que completan la idea de combate. Pero no se trata de una pelea de box, sino de un encuentro de poesía.

No existen ganadores ni perdedores, sino un apasionado intercambio de voces poéticas, que a veces provienen del yo personal del autor y a veces solo son reflejo de un yo atemporal y despojado de cualquier autorreferencia.

El ejercicio ha tenido una generosa acogida en el público capitalino que cada noche, desde las 19h00, se cita en el Teatro Prometeo de la Casa de la Cultura para escuchar y opinar sobre el más difícil de los géneros literarios.

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‘Poesía mano a mano’ se llama esta suerte de provocación, cuyo objetivo es ofrecer la posibilidad de compartir las creaciones en un ámbito cultural donde la crítica y la autocrítica necesitan reforzarse y crecer, según comentan los poetas convocados y buena parte del público, cuya participación consiste en premiar con aplausos los aciertos poéticos, pero cuestiona a quien parece faltarle rigurosidad.

El martes anterior fue la ocasión para un mano a mano entre el poeta quiteño Javier Ponce y la guayaquileña Sonia Manzano. Ponce leyó fragmentos de su poemario Texto en ruinas y presentó un adelanto de algunos trabajos inéditos. El tono intimista y reflexivo de Ponce contrastó con la lectura vehemente y un tanto histriónica de Manzano. De eso precisamente se trata, de juntar voces diversas, de escuchar al otro, de acercarse al impulso vital y poético del otro.

VERSOS
OTRAS VOCES
Ayer estaba previsto el mano a mano entre Roy Sigüenza y Ángel Emilio Hidalgo.

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PARTICIPANTES
Hoy estarán Fernando Balseca y Bruno Sáenz y mañana Margarita Laso y Fernando Cazón Vera.