Dos personas murieron y otras 30 resultaron heridas entre ellas una decena de policías iraquíes, en un ataque perpetrado ayer a una comisaría en la ciudad de Baaquba a 60 km al norte de Bagdad.

Horas después dos conductores extranjeros que trabajaban para la empresa  estadounidense KBR (Kellog Brown and Root, filial de Halliburton) fallecieron cuando hombres armados atacaron su convoy cerca de Tikrit, también en el norte de Iraq.

Además ocho iraquíes que atacaban a los soldados de EE.UU. fallecieron y otro quedó herido el martes al oeste de Samarra.

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En respuesta el Ejército de Estados Unidos anunció la captura de Jamis Sarhan al-Mohammad, jefe del partido Baas para la provincia de  Kerbala y uno de los 55 dirigentes más buscados del régimen iraquí derrocado.

Mientras tanto, la administración de EE.UU. en Iraq revisa, en un intento por detener las críticas de los musulmanes chiitas, el modo en que se seleccionará en los próximos meses a los miembros de la asamblea legislativa de transición, a la que Washington transferirá el poder el próximo 30 de junio.

En Nueva York el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas informó que recibirá el próximo lunes a una delegación del Consejo de Gobierno provisional de Iraq.