El anuncio de los ambiciosos proyectos espaciales norteamericanos despertó los celos de Rusia, que pasó este jueves revista a sus programas cósmicos y se mostró dispuesta a cooperar con Estados Unidos en la conquista de la Luna y Marte.
 
Dirigentes del programa espacial ruso se apresuraron a destacar la valiosa aportación que en la nueva era de conquista del Universo puede hacer Rusia, donde escasean fondos pero no proyectos para que el hombre vuelva a pisar la superficie lunar y llegue a Marte.
 
Según los expertos, Rusia tiene en marcha diseños de vehículos todoterreno y robots para construir bases en la Luna, proyectos de transbordadores tripulados para la ida y vuelta de Marte, e incluso un programa de simulación de este largo periplo espacial.
 
"En Rusia se estudia la posibilidad de reanudar la investigación de la Luna y Marte, proyectos que probablemente entrarán en el Programa Federal del Espacio, calculado hasta 2015, que se diseña este año", declaró la Agencia Espacial Rusa, Rosaviakosmos.
 
El número dos de Rosaviakosmos, Nikolái Moiséyev, señaló que los expertos "presentan numerosas iniciativas sobre expediciones a la Luna y Marte", y otras fuentes dijeron que Rusia, si tuviera fondos, conseguiría esos objetivos antes y a menor coste que EEUU.
 
El presidente de EE.UU., George W. Bush, propuso ayer marcar una nueva era en el espacio con el retorno del hombre a la Luna en diez años y fundar allí una base para una misión tripulada a Marte hacia 2030.
 
Bush indicó que este ambicioso objetivo sería "el próximo paso" después de que en 2010 termine el ensamblaje de la Estación Espacial Internacional, fruto de colaboración de 16 estados, e invitó a otros países, en concreto a Rusia, a sumarse a esta nueva aventura.
 
 Para estas misiones, EE.UU. desarrolla un nuevo Vehículo Tripulado de Exploración (CEV), cuyo primer ensayo debe tener lugar para el año 2008 y que sustituirá a la actual flota de transbordadores, que sería "jubilada" hacia 2010.
 
Los nuevos planes causaron entusiasmo en la empresa estatal rusa Lavochkin, que diseñó y fabricó el famoso Lunojod, primer vehículo todoterreno espacial de la historia que en 1970-71 exploró durante once meses la superficie del satélite natural de la Tierra.
 
El director adjunto de la empresa, Roald Kremnev, afirmó que, a pesar del cierre del programa lunar soviético, los científicos nunca abandonaron la investigación en este campo y hoy en día disponen de "serios proyectos sobre robots lunares".
 
"Si Rusia decide recuperar el programa lunar, necesitaremos un año para diseñar un nuevo Lunojod y otros dos o tres para construir el aparato", dijo Kremnev, quien calculó el coste del proyecto en 20 millones de dólares.
 
Añadió que su empresa está dispuesta a hacerse cargo de "fabricar los robots obreros que levantarían en la Luna los asentamientos temporales y bases", e insistió en que conviene a todos "llevar a cabo la colonización en estrecha cooperación internacional".
 
Kremnev opinó que los vuelos pilotados a la Luna podrían hacerse con ayuda de los potentes cohetes portadores Energuia, diseñados para el primer y último transbordador soviético Burán.
 
La corporación aeroespacial rusa Energuia anunció que ya tiene en marcha el diseño de un transbordador de nueva generación, como el CEV estadounidense, capaz de transportar astronautas hasta el Planeta Rojo y devolverlos a la Tierra en un viaje de tres años.
 
Leonid Gorshkov, diseñador del consorcio, manifestó que "técnicamente el primer vuelo tripulado a Marte podría realizarse en 2014", y según el proyecto ruso costaría unos 15.000 millones de dólares, cifra equivalente al presupuesto anual de la NASA norteamericana pero varias veces inferior al coste que calculan expertos de EE.UU.
 
Otro portavoz de Energuia aseguró que "Rusia está dispuesta a participar en la investigación y colonización de Marte, que conviene llevar a cabo dentro de un proyecto internacional, juntando la experiencia de todos los países, para que resulte más barato".
 
Para Rusia -con su gran experiencia de longevidad orbital y una sólida base científica, pero con un presupuesto espacial de apenas 240 millones de dólares, frente a 15.500 millones en EE.UU.-, "resulta muy ventajoso sumarse a tal proyecto", manifestó el experto.
 
La Academia de Ciencias rusa recordó que su Instituto de Problemas Médico-Biológicos ya prepara el primer viaje a Marte, por ahora virtual, de seis cosmonautas voluntarios que pasarán 500 días encerrados en un simulador de nave.
 
Durante 17 meses, esos astronautas vivirán en condiciones más o menos similares a las de una expedición real a Marte en el interior de un conjunto de tres módulos espaciales de 400 metros cuadrados, con tres toneladas de agua y cinco de comida.