Científicos norteamericanos señalan que debilitan al sistema inmunológico.

La tristeza, el enojo o el miedo pueden afectar nuestra salud. “Uno puede enfermarse de angustia”, según demuestra un nuevo estudio realizado en Estados Unidos.

Investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison vincularon los pensamientos negativos con un debilitamiento del sistema inmunológico.

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Los científicos estudiaron a 52 personas de entre 57 y 60 años como parte de su experimento.

A través de una serie de preguntas lograron determinar si los voluntarios presentaban un nivel más alto de actividad mental en la zona del cerebro asociada con los pensamientos negativos o si el área más activa era la relacionada con los pensamientos positivos.

Una vez determinado esto, los investigadores administraron a todos una vacuna contra la gripe.

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La vacuna busca poner en acción el sistema inmunológico para que esté preparado ante una eventual infección.

“Las emociones juegan un papel importante en el funcionamiento de sistemas del cuerpo que influencian nuestra salud”, destacó el investigador Richard Davidson.

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“Aquellos que habían demostrado mayor actividad en la zona negativa del cerebro tuvieron las peores reacciones inmunológicas, mientras que los que registraron mayor actividad en la zona positiva tuvieron el efecto contrario”, señalaron.

De esta manera, los científicos pudieron concluir que aquellos que tienden a ser pesimistas están más expuestos a enfermarse.

Científicos de la Universidad de Yale, en Connecticut, señalaron que el pensamiento positivo alarga la vida. “La gente que ve con optimismo su proceso de envejecimiento vive mucho más que los que se quejan todo el tiempo por su futuro”, refiere la investigación.

La gente con pensamiento positivo vivió un promedio de 7,5 años más que aquellos que se sentían mal por haberse puesto viejos.

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El estudio sugiere que el que se siente mal porque se está poniendo viejo acelera justamente el proceso de envejecimiento.  En contraste, una actitud positiva agregará más años a la vida que el simple hecho de no fumar o hacer ejercicios de manera regular.

Actitud positiva
Los investigadores de la Universidad de Yale, encabezados por la doctora Becca Levy, afirman que los efectos de una actitud positiva frente al envejecimiento tienen más peso que aspectos fisiológicos como baja presión o colesterol, factores que suman un mínimo de cuatro años a la vida de un anciano.

Los psicólogos estudiaron la información aportada por 660 voluntarios mayores de 50 años.

Las muertes entre los participantes fueron comparadas con sus respuestas a varios cuestionarios hechos 23 años antes.

Los científicos preguntaron si estaban de acuerdo o en desacuerdo con afirmaciones tales como: “si eres más viejo eres menos útil”.

El equipo de Levy cree que el absoluto deseo de vivir explica parcialmente el vínculo entre mente positiva y longevidad.

Los investigadores también creen que otro factor es el efecto del estrés en el corazón.  Según  Levy, el estudio lleva un mensaje: “La autopercepción negativa disminuye la expectativa de vida”.