La guerrilla de las FARC señaló que la secuestrada dirigente política Ingrid Betancourt sólo será puesta en libertad en el marco de un acuerdo humanitario con el gobierno colombiano, y desmintió que haya habido algún contacto con su familia o con el gobierno francés para liberarla.
En un comunicado transmitido vía internet la noche del martes, las FARC afirmaron que recibieron "con sorpresa" las noticias de prensa que señalaban que voceros de esa organización guerrillera habían contactado a familiares de Betancourt o a funcionarios del gobierno de Francia con el fin de liberarla.
Al rechazar que tales contactos se hayan producido, las FARC indican en su comunicado que todas las versiones que hablaban de una posible liberación de la ex candidata presidencial de 41 años son "obra de la inteligencia militar en cabeza del presidente Álvaro Uribe, con la finalidad de engañar y asaltar las buenas intenciones humanitarias de los franceses".
Añaden que "la política oficial de las FARC es la consecución del canje o acuerdo humanitario que permita liberar a todos los retenidos políticos en poder del gobierno y de las FARC", e indicaron que esperan una respuesta del gobierno para un acuerdo que "ponga fin al cautiverio de las personas retenidas por problemas estrictamente políticos, derivados del conflicto interno de los colombianos".
El comunicado de las FARC descarta una pronta liberación de Betancourt, que parecía inminente a comienzos de julio cuando su familia entró en contacto con un supuesto enlace de esa guerrilla.
Por ese motivo familiares de la ex candidata viajaron a la selva amazónica en territorio brasileño, con la esperanza de recibirla, mientras que el gobierno francés envió un avión Hércules C-130 a la zona "por razones humanitarias".
La presencia del avión francés, con un alto funcionario de la cancillería y agentes secretos, generó toda serie de versiones de prensa, que señalaban que los ocupantes de la aeronave traían armas o iban a tratar a un jefe guerrillero enfermo.
El frustrado rescate de la secuestrada causó revuelo en el seno del Gobierno francés y malestar en Brasil y Colombia.
Tras el comunicado de las FARC, la familia de Betancourt reiteró este miércoles su pedido a esta guerrilla para que entregue pruebas de supervivencia de la ex candidata presidencial.
"Lo que pido a las FARC con mucha insistencia es que nos dé cuanto antes pruebas de que Ingrid está viva", dijo a la AFP en París Fabrice Delloye, ex esposo de la secuestrada.
La última prueba de su supervivencia fue recibida el 23 de julio de 2002, y era un video grabado el 15 de mayo anterior.
También este miércoles, el esposo de Betancourt, Juan Carlos Lecompte, aseguró que la familia de la ex senadora y el presidente Uribe creyeron en el supuesto contacto de las FARC.
Si bien el gobierno de Uribe y las FARC señalan su disposición a llegar a un acuerdo humanitario, están muy distantes sobre las condiciones para poder llegar al mismo.
El gobierno ha señalado que el acuerdo debe hacerse por intermedio de la ONU, que no habrá zona desmilitarizada para negociaciones, que se debe pactar la libertad de unos 800 secuestrados y que es obligación para unos 400 guerrilleros que salgan de la cárcel irse del país para evitar que sigan delinquiendo.
Para negociar el acuerdo las FARC exigen diálogo directo, una zona despejada, liberar a unas 70 personas -entre ellas, una veintena de civiles y tres norteamericanos- que considera rehenes políticos, y que sus hombres sean entregados en Colombia.