Las sesiones de trabajo que los diputados del Partido Social Cristiano (PSC) mantienen todos los lunes en la casa de Urdesa del legislador y ex presidente de la República, León Febres-Cordero, tuvieron, ayer, una nueva razón para efectuarse: analizar la prohibición de salida del país al ex mandatario, Gustavo Noboa y su pedido de asilo político en la embajada de República Dominicana.

A Noboa lo acusa Febres-Cordero de supuestas irregularidades en la renegociación de la deuda externa, durante su administración, que habrían perjudicado al país por  9.000 millones de dólares.

La reunión entre el líder socialcristiano y sus diputados: Cinthya Viteri, Pascual del Cioppo, Xavier Sandoval y Patricio Dávila; el ex candidato presidencial Xavier Neira y su yerno Miguel Orellana, empezó a las 10h30.

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Después de dialogar sobre la situación de Noboa y analizar algunos artículos de la Constitución, Febres-Cordero convocó a las 11h45 a periodistas de los medios de comunicación para hablar del tema. La revisión de dos carpetas, que realizaba parte del bloque legislativo del PSC, con proyectos de ley sobre rehabilitación del aparato productivo y sobre sindicación pública, quedaron pendientes sobre la mesa.
Con ironía en algunas de sus expresiones, aseguró no estar alegre, sino “dolido de ver huir a un ex presidente de la República”.

Acusó a Noboa de “cobarde” por no enfrentar sus responsabilidades e intentar salir “furtivamente” del país. “Inmediatamente después, corre (Noboa) a una embajada a pedir un asilo. Triste imagen para el Ecuador de un ex presidente de la República”, dijo.

Febres-Cordero acusó al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Armando Bermeo, de ser el mejor “aliado” de Noboa y de dilatar el proceso, por lo que, afirmó, vigilará el caso hasta que se dicte la orden de prisión contra Noboa.