El linchamiento de los cuatro presuntos antisociales se registró después del atraco e intento de asesinato al comerciante Maximino Quintero, de 73 años.

María Luisa Alexander, administradora del cementerio de Esmeraldas, dijo que los cuerpos de las dos personas que estaban en la morgue no fueron identificados, ni retirados por sus familiares y que debido al estado de descomposición en que se encontraban se los tuvo que sepultar en una fosa común.

Solo dos cadáveres fueron retirados por sus familiares, el de John Jairo Angulo Delgado y el de Édison Ayoví Valencia.