La Policía prometió dar protección a estos colegios, luego de tantos problemas de pandillas que hubo en meses anteriores, pero todo ha quedado en palabras porque ni siquiera acuden a las llamadas de auxilio que les hacemos.
En el colegio fiscal Camilo Destruge hemos denunciado, al igual que los padres de familia y moradores del sector, que pandilleros intranquilizan a los alumnos, pero la situación continúa. Incluso hemos dado a conocer que existe un individuo que fabrica armas en las calles Décima y Febres Cordero para vendérselas a estudiantes o a pandilleros.
Esperamos investigaciones por parte de la Policía, pues sin la ayuda de esta nos resulta difícil terminar con el pandillaje. Luchamos solos y contra todo peligro.
Lcdo. César Burgos  F.
Rector del colegio fiscal Camilo Destruge
Guayaquil