“¡Los alumnos de Informática C del lado de acá, avancen”, gritaba uno de los inspectores del colegio Vicente Rocafuerte, mientras señalaba las aulas ubicadas en el centro del primer piso, en el pabellón principal.

Formados en hileras, muchos de los estudiantes esperaban conocer cuál sería su salón de clases asignado para este periodo lectivo que en el régimen Costa se inauguró ayer, y suman 2’586.664 alumnos, según el Ministerio de Educación.

Esperando las indicaciones, los jóvenes de primero, segundo y tercero de bachillerato conversaban y se reían, hasta que entraron a las aulas, donde cada docente habló del contenido de sus materias.

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Minutos antes, los chicos habían participado de una breve bienvenida de las autoridades en el patio central.

En ese acto también estuvieron padres y madres de familia como Colombia Barahona, quien habló del compromiso de los representantes para ayudar a cuidar el colegio remodelado en su totalidad.

“Es prácticamente un colegio moderno, entonces, el compromiso de los padres es ayudar a que nuestros hijos también cuiden la institución”, dijo Barahona, representante de Elías Guevara, alumno de segundo año de Bachillerato Internacional, programa que empezó clases la semana pasada.

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Estudiantes como Mario Quiroz, del tercer año dijeron sentirse felices por estar a punto de culminar la secundaria. “Estaremos muy enfocados a dejar en alto el nombre del colegio”, aseguró el joven.

Luego del bachillerato, mañana volverán a clases los alumnos de octavo, noveno y décimo año de educación básica.

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El trajín que se vivió en el interior del Vicente Rocafuerte, con padres acompañando a sus hijos al primer día de clases, se replicó en las inmediaciones de ese y otros colegios, donde los expresos escolares volvieron a las calles, en medio de controles de los agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).

Pasadas las 11:00, en la av. Carlos Julio Arosemena, una hilera de 10 buses amarillos circulaba con lentitud, en medio de un intenso tránsito hacia el colegio 28 de Mayo.

Eso mientras los agentes trataban de agilitar el tráfico.

Más temprano, a la hora de inicio de clases, en la avenida Las Aguas, también hubo embotellamientos en los exteriores del colegio Delfos.

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Allí los alumnos fueron recibidos con detalles hechos de fómix en los que se leía: “Bienvenidos a clases”.

Keyla Franco y Katherine Álvarez, ambas de primero de bachillerato, se saludaron con un abrazo efusivo.

“Una de mis metas es ayudar a mis compañeros y servir en lo que más pueda”, comentó como uno de sus propósitos.

En el Instituto Particular Abdón Calderón (IPAC), el docente de Física Alfonso Gutiérrez, aprovechó la mañana para explicar a sus estudiantes el uso de una plataforma virtual. (I)