Ni la Navidad, el Carnaval o las ferias han logrado levantar las ventas de jeans en Pelileo.

“Están superbajas”, cuenta Segundo Reinoso, confeccionista de estas prendas que se expenden en el barrio El Tambo. Ese panorama se vive desde mayo del año pasado.

Yolanda Morales, Santos Condo y María Llerena dicen lo mismo. Para ellos, las ventas de las prendas bajaron en más del 50% con relación a otras temporadas, ni siquiera en la época navideña se comercializó como en años anteriores.

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Reinoso indica que incluso en julio pasado, por el aniversario de cantonización de Pelileo, se realizó una feria exposición, pero tampoco hubo salida de la mercadería.

Mientras, Morales dice que los confeccionistas del jean estuvieron esperanzados de que en Navidad mejoren las ventas, pero se quedaron con la ropa. En su caso ofreció rebajas de hasta el 50% en el valor de las prendas, pero que ni así logró que mejore la comercialización: “Es que la gente se quedó sin plata porque no se le pagó el décimo a tiempo”.

Recuerda que había clientes que antes se llevaban tres o cuatro prendas, y ahora quienes llegan a comprar apenas adquieren una. Lo atribuye a que en las familias se considera que hay necesidades más importantes que cubrir, como la alimentación o la salud.

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Condo, por su parte, asegura que algunos confeccionistas viajaron a ferias en Guayaquil, Quito, Cuenca y Manta. Llevaron sus prendas para tratar de salir de ellas, pero que al no haber interés se vieron obligados “a rematar en $ 8 los jeans que normalmente se venden en $ 17 y mínimo $ 15”.

Llerena asegura que en el sector había unos 200 talleres y locales dedicados a la confección y venta de los jeans; sin embargo, de esos más de veinte tuvieron que cerrar por las ventas bajas.

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Y agrega que por ese poco movimiento en el comercio hay problemas para continuar manteniendo a los obreros y los arriendos. Por ejemplo, cuenta que en su negocio tenía a tres personas, pero las despidió; mientras que si no mejora la situación en este año, tendrá que entregar el local porque los alquileres son caros y se paga por año: “Cancelé por tres años y en este se termina, me tendré que retirar para dedicarme a otra cosa”. (I)